La perspectiva atmosférica es un fenómeno que ocurre en la naturaleza debido a la presencia de vapor de agua en la atmósfera y que se manifiesta en el azuleamiento y la suavización de los contornos de las zonas más alejadas de un paisaje.
Se debe a la dispersión de la luz de onda corta (azul), que se refracta y se refleja en las gotitas de humedad y las partículas de polvo en suspensión en la atmósfera.
A medida que los matices de los objetos se alejan del observador se van fundiendo en un gris celeste, esto se observa de forma más evidente en los colores cálidos, los cuales van perdiendo fuerza los contrastes de valores en la medida en que se alejan del espectador.
Leonardo Da Vinci comentaba al respecto: “…Si acabas mucho y con gran detalles los objetos lejanos parecerá que están cerca en lugar de distanciados. Procura imitar con discernimiento, ateniéndote a la distancia de cada objeto y allí donde estén confusos y con rebordes poco definidos represéntalos tal cual son y no los acabes demasiado.”
Según Leonardo, los elementos del dibujo o pintura que indican la profundidad no son sólo los de la perspectiva lineal, sino que por medio de los colores y la disminución de los detalles (además del tamaño) se puede también sugerir dicha profundidad. Por ejemplo al observar un paisaje con mucha profundidad, puede verse cómo hacia el fondo los detalles se van perdiendo y las formas comienzan a verse azuladas y blanquecinas, por efecto de la atmósfera. Ese efecto es el que debería lograrse por medio de la aplicación acertada del color, para conseguir dar profundidad a la imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario